SIDA y circuncisión. África del Sur promueve la circuncisión para frenar el sida
El método, que se aplica en 14 países de la zona, la más afectada por la epidemia, es barato, definitivo y reduce la transmisión del virus a los hombres en un 60%.
Catorce países del sur de África, la zona más afectada por la epidemia, decidieron promover la circuncisión dentro de sus estrategias contra el sida
La medida no está exenta de críticas. Algunas ONG que trabajan con personas con VIH temen que los hombres circuncidados, confiados, abandonen el preservativo, y la epidemia se extienda aún más en una región donde el 60% de nuevas infectadas son mujeres.
Con casi tres millones de nuevas infecciones por el VIH al año en el África subsahariana, cualquier medida puede ser buena si consigue frenar la epidemia. La circuncisión masculina, que es barata, definitiva y reduce la transmisión del virus a los hombres en un 60%, puede ser eficaz.
La decisión de promover la circuncisión ha sido tomada en la Comunidad para el Desarrollo del Sur de África (SADC), que agrupa a 14 países del sur de África, después de recibir los resultados de dos estudios efectuados en Uganda y Kenia según los cuales el riesgo de contraer el VIH se reduce hasta la mitad en hombres circuncidados.
Ello se debe a que el glande se endurece y evita el contagio por sangre durante la penetración; y a la mayor higiene que favorece esta operación.
El artículo detalla que cinco países de la región -Botsuana, Lesoto, Suazilandia, Tanzania y Zambia-, con unas tasas de infección entre el 15% y el 20% de su población, ya abrieron conversaciones con el programa para el VIH-sida de Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer accesible la intervención quirúrgica a la población masculina.
La circuncisión, alerta la comunidad científica y médica, no es una solución total y no debe desligarse del resto de sistemas de prevención, como el uso del condón o limitar el número de parejas sexuales. Por cierto, ¿en que medida contribuye la comunidad médica y científica a la limitación del número de parejas sexuales?
Y ahí es donde se encuentra también el riesgo de la nueva práctica, que puede contribuir a la relajación de la prevención del hombre circuncidado y que recaiga sobre la mujer la responsabilidad única de evitar la infección.
Los ensayos, realizados en 4.996 hombres de Rakai (Uganda) y en 2.784 en Kisumu (Kenia), revelaron una reducción de la infección del 48% y 53% respectivamente. Estos resultados coinciden con el estudio pionero realizado en la localidad surafricana de Orange Farm, en la que el descenso llegó al 60%.
Los investigadores también han recalcado los beneficios económicos del procedimiento: la operación cuesta menos de 12 euros, frente a los 365 euros al año que cuesta el tratamiento con antivirales a una persona con sida, un coste que debe mantenerse de por vida. Además, su duración se estima de unos 20 minutos y se puede hacer a cualquier edad.
Sólo en Sudáfrica se calcula que la circuncisión masculina podría prevenir 1,4 millones de nuevas infecciones y 800.000 muertes por la enfermedad en 20 años, de acuerdo con el Centro Surafricana para el Análisis Epidemiológico (SACEMA), que colaboró en el estudio de Orange Farm. Sudáfrica tiene más de cinco millones de infectados (de una población de 45).
En 2006 se registraron en el mundo más de 4,3 millones de nuevos infectados, de los que el 65%, 2,8 millones se contabilizaron en África subsahariana.
La publicación de los estudios y la decisión de los países de adecuar una política de circuncisión han supuesto ya un incremento de peticiones de intervenciones quirúrgicas.
En Zambia, de acuerdo con la OMS, uno de sus hospitales universitarios ha pasado de practicar 1 a efectuar 15 operaciones al mes. En Suazilandia, uno de los países más pobres de la zona, existe una lista de espera de ocho meses.
La OMS, tras enfatizar que los hombres circuncidados todavía tienen riesgo de infectarse y de contagiar a sus parejas, aseguró que definirá las líneas a seguir para el desarrollo de políticas de circuncisión especialmente en el sur de África, donde existe una menor tradición (la circuncisión es ritual en algunas tribus y en grupos religiosos, como los judíos y musulmanes) y donde los niveles de infección son más elevados.
Entre ellas, se valorará el impacto negativo en cambios de comportamiento sexual y en las estrategias preventivas.
"Los países que promuevan la circuncisión deben asegurar suficiente información sobre la necesidad de continuar con adicionales medidas de protección y prevenir que se desarrolle una sensación falsa de seguridad que lleve a prácticas de alto riesgo".
La OMS y Naciones Unidas proveerán a los gobiernos de asistencia técnica, aceptabilidad entre la población de la operación, estimación de costes y control de la seguridad en las operaciones.
Tomado de Andalucía Liberal
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